El curriculum vitae de los músicos clásicos del siglo XXI suele incluir un CD, una grabación en la que el propio intérprete debe ser parte activa del proceso, desde pensar el programa hasta dar con la producción adecuada. Los guitarristas no son una excepción, y dado que su instrumento posee unas características propias, la tarea de grabar mi primer disco puede llegar a convertirse en un proceso vital.
Ese fue mi caso. El momento adecuado para grabar mi primer disco, Brisas, preludios y tientos para guitarra llegó cuando ya había encontrado un trabajo que me gustaba. Mi carrera como concertista era activa y pasaba por un momento personal tranquilo. Recuerdo que cuando se acabó la grabación en el estudio me sentí agotada pero satisfecha. Cuando tuve el disco en mis manos, comprendí que había acertado. Precisamente, esa sensación final es la que me ha impulsado a explicar aquí los pasos más importantes del proceso.
Paso 1: Elegir el repertorio
Esta fue una decisión complicada que me llevó mucho tiempo. Había visto y escuchado muchos discos de guitarra que me gustaban, pero cuando pensaba en las obras que incluían y me ponía en la perspectiva del oyente, percibía que se repetían a menudo. Así que decidí apostar por el nuevo repertorio, entré en contacto con un compositor, en mi caso David del Puerto, y juntos conformamos el programa. Por eso,
mi recomendación aquí es la originalidad, basar el objetivo de tu disco en el nuevo valor que aporta al instrumento.
Paso 2: Seleccionar el estudio de grabación
Aunque elegir el estudio me llevó menos tiempo, luego me he dado cuenta de que es una parte fundamental del proceso. Valoré dos
opciones, trabajar con un sello grande o hacerlo con uno más pequeño. La libertad en la toma de decisiones me llevó a elegir el segundo. Un estudio en Castellón, Rockway studios, cuyo sello discográfico es JSM Records. Me acogió a principios de verano y aún hoy estoy agradecida
por cada consejo y cada palabra de apoyo que recibí allí. Si el estudio cuenta con especialistas en tu instrumento o, al menos, en la familia de tu instrumento, el trabajo será más sencillo y el resultado se verá favorecido.
Paso 3: Promoción
Es la tercera parte del proceso y hay que llegar con fuerzas. Después de la energía necesaria para poner en marcha la maquinaria de la grabación, si el CD no se publicita, corre el riesgo de quedarse guardado en un cajón. A día de hoy, las redes sociales y medios digitales ayudan mucho, pudiendo abaratar los costes. Entrar en contacto con empresas que inserten y muevan las diferentes pistas por la red y presentar el disco en un acto público son los primeros pasos que se debes realizar. Después, dependerá directamente de tu presupuesto. Aquí tenéis un ejemplo de cómo suena el mío.
Aunque hay muchas más decisiones que tomar a la hora de grabar un disco, estos tres pasos engloban la mayoría de ellas. En cuanto al período de tiempo que te llevará todo el proceso, es muy variable, pero lo normal es que la parte de definición del proyecto te lleve más, y entre 5 y 7 meses desde que se graba hasta que lo tienes en tu mano, aunque dependerá directamente del programa que hayas elegido y de cómo lo tengas de preparado. No es a tiempo completo, podrás seguir trabajando, si es tu caso, o preparando otros proyectos.
Si es una idea que te ronda la cabeza, te animo a hacerlo. El resultado te impresionará favorablemente y tu CV como músico se verá muy beneficiado. ¡El esfuerzo merece la pena!