Es un tema comprometido el del porvernir del guitarrista clásico o cómo vivir de la música siendo guitarrista, sé que me muevo en arenas movedizas, pero aún así, y como soy optimista, os hablaré de las opciones y herramientas que un intérprete de guitarra clásica debe valorar y manejar para construir su futuro musical.
Sí, España es un país que se lo pone difícil a los intérpretes de música clásica en general y a los de guitarra en particular, pero la era digital ha introducido nuevos elementos en este sistema y hay transformaciones constantemente. Así que, si alguno de mis hijos o conocidos me pregunta, la respuesta es afirmativa, recomiendo encarecidamente que las personas se dediquen a la música.
A grandes rasgos, y gracias a mi perfil como profesional de diversos campos, la situación es esta:
- En mi faceta docente, percibo las variaciones en las aulas y listas de alumnos, cada vez hay menos matriculados que terminan las enseñanzas profesionales y continúan con los estudios superiores de música. La pandemia fue causante de una situación que espero que mejore y la curva de alumnas vuelva a enderezarse.
- Como concertista, mi labor se enfoca en que la guitarra clásica ocupe los escenarios de primer nivel. No es fácil, y curiosamente, en España la guitarra es tan popular que se confunden los estilos. Internet ha favorecido la música en “directo”, aunque prefiero tocar sobre el escenario.
- Mi tarea al frente del Festival Internacional de Guitarra me convierte en partícipe de proyectos con la guitarra como protagonista, los recibo constantemente. Pero hacen falta más.
Como siempre, hay soluciones, pero en este caso parten de la siguiente premisa: el aprendizaje y reciclaje de un músico clásico del siglo XXI debe ser constante.
Cuando terminé mi formación en Holanda, volví a España para continuar mi carrera profesional como músico. Sabía que tendría menos conciertos y eso me llevó a buscar otras opciones con las que completar mi curriculum. Algo tan habitual en EEUU como la figura del artista emprendedor, que aquí está en sus inicios, es una interesante opción que te lleva a pensar de una manera global y a percibir la necesidad de encontrar tu marca personal.
Tras estos años de bagaje y contacto con los diferente engranajes de la música, mis recomendaciones para los jóvenes músicos son variadas, pero todas van encaminadas a lo mismo: llevar a cabo una carrera como guitarrista clásico.
- Las estudiantes de música están cada vez mejor preparados y tienen un gran nivel, lo que es una estupenda noticia. Entre todos, se debe crear un conjunto de artistas profesionales que, dentro de la marca España, representen la calidad musical de nuestro país. Hay lugar para todos, solo hay que buscarlo, evitando la competitividad mal entendida.
- Los concursos para jóvenes intérpretes son una plataforma estupenda para darse a conocer, pero no la única. En plena época del reciclaje y la multitarea, el músico debe ser consciente y ampliar sus conocimientos en otras áreas con herramientas como los máster en gestión cultural, cursos relacionados con la comunicación o el emprendimiento.
- Buscar nuestra marca personal, conocer tus fortalezas y potenciarlas y, después, encontrar un nicho en el que se encaje mejor que en otros. Desde saber el tipo de repertorio que conecta mejor con tu personalidad, sonido y habilidades técnicas, hasta descubrir qué otras disciplinas artísticas pueden ser compatibles con ello. Todo es válido para crear este sello que nos define como artistas.
Adecuar y ser conscientes de la imagen que se quiere proyectar. No es suficiente con tener un buen proyecto, sino que crear una imagen en torno a él y a tu figura es uno de los pasos finales y más importantes. Recibo muchos dossieres con propuestas interesantes para el Festival de Guitarra, pero no todos captan mi atención, ¿Por qué? En este caso, tanto tu proyecto musical como la presentación del mismo, son fundamentales para conseguir el objetivo principal: vivir de la música.